Enfrentarse con un Chamán

Cuando te enfrentas con un Chamán, te enfrentas contigo mismo.

Un chamán te enseña a ver tus errores, tus sinsabores,
Tus aciertos, tus fracasos,
Un chamán te enseña a ver que el principal fracaso eres tú.
A nadie más se lo creerías, a tus padres, no;
A tus amigos, menos, a un profesor prestigiado, no ni loco;
Si lo hubieras leído de un libro, no, no lo creo;
De tu amante, no, no tengo;
De tu esposa, creerle que tú eres un fracasado, no tampoco;
A quien más se lo creerías;
A un brujo, no tú no crees en los brujos,
De tus hijos, no más bien me dolería, pero no les creerías,
El verte en quiebra, derrotado, sin familia, sin dinero, no tampoco, yo puedo levantarme,
No solo es una mala racha, ya antes he estado así, ya saldré.
A ti mismo, no, tú mismo te contestas que estás bien.
Entonces a quien le creerías que tú eres un fracasado, por mucho dinero que tengas, mujeres, propiedades, aun cuando tengas salud,
A quien le creerías que eso es verdad, aun cuando tú lo sepas y lo sientas por dentro, no le creerías a nadie, ni a ti mismo.
Ese es el problema.

No nos creemos ni a nosotros mismos.

Médico-Brujo-Chaman