Así me encontraba recordando, cuando Marcia y dos de sus hijos se acercaron a mi para darme las gracias por todo lo que yo había compartido con Sebastián.
-Nosotros te conocemos mas de lo que tu te imaginas -me dijeron- Sebastián siempre nos habla mucho de ti, por eso nos urgió mucho para que vinieras lo antes posible a verlo, ahora mismo quiere hablar contigo, es mas casi nos corrió de su cuarto con tal de que pasaras tu, así que ándale no le hagas esperar ya vez que su estado de salud es muy delicado.
-Por favor no dejes que se agite -me recalcaron cuando ya me dirigía a la habitación de Sebastián.
-¡Hola Sebastián, como estas! Le dije con cierta formalidad.
-Pues que no me estas viendo pedazo de idiota, ándale, pásale, no te quedes ahí parado como imbécil, ven siéntate aquí a mi lado que no muerdo ni te voy a contagiar, y si lo hago pues ya me estarás acompañando.
Al decir eso, Sebastián, empezó a reír en forma nerviosa, aunque eso si sumamente divertido.
Al sentarme a su lado pude ver como sus ojos se empañaron de lagrimas, aunque hizo el esfuerzo de no llorar, cosa que logro casi de inmediato.
-Como te trata la vida ¡cabrón! Cuéntame,
-¿Que te has hecho?
Sebastián casi no decía malas palabras, pero en estos momentos yo creo que necesitaba decirlas, no se si se estaba desahogando o estaba dejando todas las formalidades.
¡Para que las necesitaba es mas ya no las iba a necesitar nunca mas!
-Pues yo por aquí, viendo tu mala suerte, ya no te pregunto si has consultado a otros doctores, porque te conozco lo cuidadoso que eres en esos aspectos, así que trata de no preocuparte mas de la cuenta.
-Sabes que -me dijo- en verdad no estoy angustiado, estoy asustado esa es la respuesta correcta, en estos días he hecho todo un balance de mi vida y aunque pudiera considerarse que estoy satisfecho no estoy del todo feliz. Hice mucho lo sé, trate de ser un buen padre, un buen esposo, con muchos defectos, altas y bajas, peleas, gritos, golpes.
-Nosotros te conocemos mas de lo que tu te imaginas -me dijeron- Sebastián siempre nos habla mucho de ti, por eso nos urgió mucho para que vinieras lo antes posible a verlo, ahora mismo quiere hablar contigo, es mas casi nos corrió de su cuarto con tal de que pasaras tu, así que ándale no le hagas esperar ya vez que su estado de salud es muy delicado.
-Por favor no dejes que se agite -me recalcaron cuando ya me dirigía a la habitación de Sebastián.
-¡Hola Sebastián, como estas! Le dije con cierta formalidad.
-Pues que no me estas viendo pedazo de idiota, ándale, pásale, no te quedes ahí parado como imbécil, ven siéntate aquí a mi lado que no muerdo ni te voy a contagiar, y si lo hago pues ya me estarás acompañando.
Al decir eso, Sebastián, empezó a reír en forma nerviosa, aunque eso si sumamente divertido.
Al sentarme a su lado pude ver como sus ojos se empañaron de lagrimas, aunque hizo el esfuerzo de no llorar, cosa que logro casi de inmediato.
-Como te trata la vida ¡cabrón! Cuéntame,
-¿Que te has hecho?
Sebastián casi no decía malas palabras, pero en estos momentos yo creo que necesitaba decirlas, no se si se estaba desahogando o estaba dejando todas las formalidades.
¡Para que las necesitaba es mas ya no las iba a necesitar nunca mas!
-Pues yo por aquí, viendo tu mala suerte, ya no te pregunto si has consultado a otros doctores, porque te conozco lo cuidadoso que eres en esos aspectos, así que trata de no preocuparte mas de la cuenta.
-Sabes que -me dijo- en verdad no estoy angustiado, estoy asustado esa es la respuesta correcta, en estos días he hecho todo un balance de mi vida y aunque pudiera considerarse que estoy satisfecho no estoy del todo feliz. Hice mucho lo sé, trate de ser un buen padre, un buen esposo, con muchos defectos, altas y bajas, peleas, gritos, golpes.
Mi esposa y mis hijos me han aguantado mucho esa es la verdad, no hubiera llegado hasta este momento sin el apoyo de ellos, eso todo el mundo lo sabe, cosa que les agradezco mucho, ahora me voy de este mundo y lo que mas me duele es dejarlos a ellos. Tal vez ahora, que yo ya no estoy, ellos empiecen a ser verdaderamente felices. ¡Ojala que así sea!
-Pero ese no es el motivo para sentirme asustado, vació, hueco, infeliz, estúpido. Sabes, algo le falto a mi vida, algo que era lo mas importante y que nunca pude comprender. Ahora es demasiado tarde y en verdad lamento mucho el darme cuenta ahora que ya no puedo remediarlo.
-Sabes que, siento que no me queda mucho de vida, es mas siento que no va a pasar de hoy; que feo es darse cuenta, sentir cuando uno va a morir, que solo te quedan unas cuantas horas. Yo creo que es mejor que le digan a uno que no va a pasar de mañana, así uno se prepara y afronta su destino, pero cuando no lo sabes, cuando solamente lo sientes, eso si que es lo peor; un aire frió te recorre la piel, sientes que se te hiela la sangre, toda tu adrenalina la tienes a flor de piel, sudas miedo. Yo creo que cuando te encuentras satisfecho con la vida no hay mayor problema, pero cuando no lo estas, como es mi caso, sientes como si tu vida no hubiera valido la pena vivirla, para que la viviste, te preguntas, si la desperdiciaste todo el tiempo.
-Sabes que, mi entrañable amigo, fui un tonto toda mi vida, viví para nada, desperdicie mi vida miserablemente. ¡Mejor me hubiera muerto hace mucho tiempo para el caso hubiera resultado lo mismo! Sabes porque te digo todo esto, para que no te pase lo mismo que a mí. Tu si aun tienes tiempo de rectificar, de recapacitar, de vivir como se debe vivir, no como yo lo hice.
-Yo ya no tengo salvación, sálvate tú, ve y predícalo por ahí, esa es mi suplica; yo hasta ahora he comprendido que he vivido mi infierno, que las fuerzas del mal me atrajeron, me llamaron y me incitaron, ahora es tiempo de pagar, es mas, siempre lo he pagado, siempre he vivido en el infierno, en el único que hay, en el terrenal, en el único en el que se puede sufrir, aquí en la tierra y no en el cielo, no en las profundidades del averno de Dante, sino aquí en tu soledad, en tu sufrimiento, en tus remordimientos, en tu espíritu.
-El infierno es la ausencia de lo bueno, pero lo bueno para uno mismo, es la soledad, es el dolor, el desengaño, el rencor. El mal, a lo único que se encamina, es que en la tierra, en lo humano, se sienta la soledad, la soledad interna, la soledad del espíritu.
-Para ti que eres un escéptico, un ateo, un agnóstico, te revelo que Cristo existe, existe en tu interior, en tus ansias de amar, en tu deseo de no vivir sólo. Existe cuando siempre te acompaña tu profundo amor al prójimo “amaras a Dios como a ti mismo, amaras al prójimo”. Siempre lo hemos hecho. ¡Verdad mi amigo! Y sin embargo, eso no resulto suficiente para mi, me estaba auto engañando, creía cumplir con los mandatos divinos, cumpliendo tan sólo con sus mandamientos, pero me olvide de mi mismo, me olvide del mas importante de sus hijos, me olvide de mí.
-Te lo repito para que lo oigas muy bien: me olvide de mi mismo; Dios existe, de eso no tengas la menor duda, Dios existe entre nosotros, existe entre nosotros mismos, y sabes que me olvide de él al olvidarme de mí.
-El peso de nuestra juventud, la siento ahora como un lastre.
-¡Qué difícil es vivir querido amigo! ¡pero mas difícil es darse cuenta de ello!
-Nunca dejas de evolucionar, es una Ley de Hierro. La evolución de la vida puede ser tu salvación o tu perdición, lastima que lo comprendas en sus últimos minutos. La evolución comienza en tu alma un día, y termina en otro, hoy, mi hermano, es mi otro día, el último de mi existencia, quien lo diría yo que trate de ser bueno muero en el limbo, otros que son canallas e inhumanos, que probablemente si comprendieron lo que te estoy diciendo, poco les importara que este sea su último día, porque morirán felices.
-La salvación no radica en hacer el bien o hacer el mal, depende de como tu lo veas, depende de la situación. Por otra parte, ¿Qué es el bien y que es el mal?
-Depende desde el punto de vista de quien lo mire, para algunos el mal será un bien y viceversa. Depende de cada país, de cada época, depende de la tradición, del alma, del espíritu. La Iglesia nos dice muchas cosas, nos dice que el aborto va en contra de la ley de Dios. Empero, eso mismo pregúntaselo a alguna mujer violada, que tiene en su vientre un hijo no deseado, pregúntaselo a unos padres destrozados por la muerte de un ser querido en manos de un homicida a quien la justicia de los hombres ha dejado en libertad, ese es el ejemplo de cualquier víctima del delito, que quiere hacerse justicia por su propia mano.
-¿Las drogas son malas?
-Sí, hasta cuando no se legalicen, entonces dejarán de ser malas, dejarán de ser delito, entonces los narcotraficantes ya no serán perseguidos, se convertirán en empresarios y se enriquecerán, como cualquier compañía que comercia con vinos y licores.
-Yo siempre obre con amor y compasión, obre con generosidad para con los míos y para con los que me rodeaban, y ya ves, muero ahora con una angustia en el alma. Por otra parte, nunca sentí mi alma como hasta ahora, porque tenemos alma, de eso puedes estar seguro.
-Ahora entiendo que siempre obre mal, yo que creía hacer el bien, hacía el mal, nunca vi, nunca me percate de la situación en la que me encontraba.
-Depende de la situación en que te encuentres. ¡Nunca lo olvides!
-¡Puedes hacer el bien o puedes hacer el mal!
-Todo es relativo, nada es absoluto.
-Y si no es así, cuestiónate lo siguiente:
-¿El amor..., para quien?
-¿La compasión..., para quien?
-¿Y la generosidad?
-¿No vale tanto..., como el egoísmo?
-Que miserable me siento, me olvide de vivir, me olvide de ser amable para mi mismo, me olvide de tenerme compasión, me olvide ser egoísta conmigo mismo, nunca me ame esa es la verdad.
-¿Sabes que es lo que mas duele?
-Es que creí hacerlo, creí amarme, estaba consciente en que si no me amaba a mi mismo, nunca podría amar a los demás, pero me equivoque, estaba pensando en función de los demás, pero no en función de mí mismo, en eso radico mi problema.
-Me aferre a mis emociones, a mis pensamientos, me aferre a la vida.
-Entiéndeme bien, el verdadero infierno lo llevamos dentro y sólo se manifiesta cuando te das cuenta de tus errores, cuando estos son irreversibles, en mi caso son irreversibles porque me encuentro a un pie de la tumba.
-La enfermedad es lo mismo que la miseria humana, puedes ser muy sano pero si hay sarna en tu alma, si no hay compasión, vas directito a la soledad, que es la peor enfermedad a la que te puedas enfrentar. Afortunadamente yo no padecí de ella, mi infierno no estuvo en una completa soledad, ya ves te tengo a ti, a mi familia, mis hijos, mis amigos.
-Te pido, que esto que hoy te digo, lo difundas, lo infundas entre los tuyos, entre mis hijos, si ese es el caso, entre los que ames. Yo ya no puede hacerlo y ese es mi infierno.
-Si de esto que me doy cuenta hoy, me hubiera dado cuenta antes las cosas hubieran sido diferentes, pero como el hubiera no existe, tampoco existe ahora mi salvación. ¡Paradojas del destino!
-¡Cada quien es dueño de su destino, nunca lo olvides!
-Cada quien lo construye a su manera, pero sólo la libertad, el libre albedrío, nos ayudan a mejorarlo.
-Por eso mi querido amigo, yo te pregunto:
-¿Tienes libertad?
-¿Eres dueño de tu libre albedrío?
-Que no te sorprendan estas preguntas, no las respondas a la ligera, analízalas, reflexiónalas, contéstatelas una y otra vez, tal vez ahí encuentres la clave a tus enigmas.
-¿Sabes que? Ahora siento una gran tranquilidad en mi alma.
-¿Será porque me he desahogado contigo?
-¡No lo sé!
-La serenidad te da paciencia, hace que reflexiones antes de actuar, antes de querer lo que quieres y como lo quieres, porque es posible que en verdad no desees lo que estas queriendo. Tranquilidad de espíritu, eso es lo que se necesita para ser grande, comprensión y reflexión en tus actos y en tus acciones.
-Que te acompañe en tu vida la virtud. ¿Cuál de ellas? La que sea mi hermano con tal de que te acompañe.
-¿Cuál es tu mayor defecto? La ira; que no te acompañe, déjala en el camino de la reflexión, y cuando se niegue a dejarte, trátala con paciencia, no montes en cólera aunque no se desprenda de ti. Déjala ser, no la maldigas, se paciente, mejor déjala salir con tranquilidad, con palabras amables y no altisonantes. No demuestres tus debilidades, tus fracasos, tus rencores, tus envidias y tus inseguridades, muestra mejor la amabilidad que hay en tu alma. Si sientes rencor se amable; si la ira te invade, se amable; si quieres despreciar y odiar, mejor se amable; que no te intimide, que no sea más fuerte que tu, destrúyela, destrúyela con amabilidad.
-Este mi querido amigo, puede ser un buen comienzo para ti, como lo hubiera sido para mi, sí alguien me lo hubiera dicho, y yo hubiera confiado en él.
-Mira déjame preguntarte algo, y tu me dirás si tengo razón:
-¿Cuál es el valor supremo?
-La vida -le conteste- aunque creo que algunos dirían que la libertad.
-¿No, pero para ti cual sería?
-La vida, sin lugar a dudas.
-Claro es que la vida, sin la vida no podrías tener libertad. Sin la vida no tendrías amor.
-Y si entonces es la vida el valor supremo, ¿Por qué entonces al ser humano le importa mas el amor que la vida?
-¿Porque el ser humano se deja morir por un desamor, se deja morir por dinero, se deja morir cuando muere un ser querido?
-Porque no negaras que mis hijos y mi esposa, están muriendo, al saber que yo voy a morir.
-¡Sabes que he descubierto, he constatado una verdad!
-La salvación eterna, no existe, al menos no en la tierra.
La salvación se encuentra en uno mismo, se encuentra en quien vive la vida, en quien la vive plenamente, como cuando eras niño, que nada te preocupaba, por eso renuncio a ser adulto, renuncio a morir, oye lo que te voy a decir, para ver sí tú vuelves a ser niño otra vez, yo ya no puedo:
-Pero ese no es el motivo para sentirme asustado, vació, hueco, infeliz, estúpido. Sabes, algo le falto a mi vida, algo que era lo mas importante y que nunca pude comprender. Ahora es demasiado tarde y en verdad lamento mucho el darme cuenta ahora que ya no puedo remediarlo.
-Sabes que, siento que no me queda mucho de vida, es mas siento que no va a pasar de hoy; que feo es darse cuenta, sentir cuando uno va a morir, que solo te quedan unas cuantas horas. Yo creo que es mejor que le digan a uno que no va a pasar de mañana, así uno se prepara y afronta su destino, pero cuando no lo sabes, cuando solamente lo sientes, eso si que es lo peor; un aire frió te recorre la piel, sientes que se te hiela la sangre, toda tu adrenalina la tienes a flor de piel, sudas miedo. Yo creo que cuando te encuentras satisfecho con la vida no hay mayor problema, pero cuando no lo estas, como es mi caso, sientes como si tu vida no hubiera valido la pena vivirla, para que la viviste, te preguntas, si la desperdiciaste todo el tiempo.
-Sabes que, mi entrañable amigo, fui un tonto toda mi vida, viví para nada, desperdicie mi vida miserablemente. ¡Mejor me hubiera muerto hace mucho tiempo para el caso hubiera resultado lo mismo! Sabes porque te digo todo esto, para que no te pase lo mismo que a mí. Tu si aun tienes tiempo de rectificar, de recapacitar, de vivir como se debe vivir, no como yo lo hice.
-Yo ya no tengo salvación, sálvate tú, ve y predícalo por ahí, esa es mi suplica; yo hasta ahora he comprendido que he vivido mi infierno, que las fuerzas del mal me atrajeron, me llamaron y me incitaron, ahora es tiempo de pagar, es mas, siempre lo he pagado, siempre he vivido en el infierno, en el único que hay, en el terrenal, en el único en el que se puede sufrir, aquí en la tierra y no en el cielo, no en las profundidades del averno de Dante, sino aquí en tu soledad, en tu sufrimiento, en tus remordimientos, en tu espíritu.
-El infierno es la ausencia de lo bueno, pero lo bueno para uno mismo, es la soledad, es el dolor, el desengaño, el rencor. El mal, a lo único que se encamina, es que en la tierra, en lo humano, se sienta la soledad, la soledad interna, la soledad del espíritu.
-Para ti que eres un escéptico, un ateo, un agnóstico, te revelo que Cristo existe, existe en tu interior, en tus ansias de amar, en tu deseo de no vivir sólo. Existe cuando siempre te acompaña tu profundo amor al prójimo “amaras a Dios como a ti mismo, amaras al prójimo”. Siempre lo hemos hecho. ¡Verdad mi amigo! Y sin embargo, eso no resulto suficiente para mi, me estaba auto engañando, creía cumplir con los mandatos divinos, cumpliendo tan sólo con sus mandamientos, pero me olvide de mi mismo, me olvide del mas importante de sus hijos, me olvide de mí.
-Te lo repito para que lo oigas muy bien: me olvide de mi mismo; Dios existe, de eso no tengas la menor duda, Dios existe entre nosotros, existe entre nosotros mismos, y sabes que me olvide de él al olvidarme de mí.
-El peso de nuestra juventud, la siento ahora como un lastre.
-¡Qué difícil es vivir querido amigo! ¡pero mas difícil es darse cuenta de ello!
-Nunca dejas de evolucionar, es una Ley de Hierro. La evolución de la vida puede ser tu salvación o tu perdición, lastima que lo comprendas en sus últimos minutos. La evolución comienza en tu alma un día, y termina en otro, hoy, mi hermano, es mi otro día, el último de mi existencia, quien lo diría yo que trate de ser bueno muero en el limbo, otros que son canallas e inhumanos, que probablemente si comprendieron lo que te estoy diciendo, poco les importara que este sea su último día, porque morirán felices.
-La salvación no radica en hacer el bien o hacer el mal, depende de como tu lo veas, depende de la situación. Por otra parte, ¿Qué es el bien y que es el mal?
-Depende desde el punto de vista de quien lo mire, para algunos el mal será un bien y viceversa. Depende de cada país, de cada época, depende de la tradición, del alma, del espíritu. La Iglesia nos dice muchas cosas, nos dice que el aborto va en contra de la ley de Dios. Empero, eso mismo pregúntaselo a alguna mujer violada, que tiene en su vientre un hijo no deseado, pregúntaselo a unos padres destrozados por la muerte de un ser querido en manos de un homicida a quien la justicia de los hombres ha dejado en libertad, ese es el ejemplo de cualquier víctima del delito, que quiere hacerse justicia por su propia mano.
-¿Las drogas son malas?
-Sí, hasta cuando no se legalicen, entonces dejarán de ser malas, dejarán de ser delito, entonces los narcotraficantes ya no serán perseguidos, se convertirán en empresarios y se enriquecerán, como cualquier compañía que comercia con vinos y licores.
-Yo siempre obre con amor y compasión, obre con generosidad para con los míos y para con los que me rodeaban, y ya ves, muero ahora con una angustia en el alma. Por otra parte, nunca sentí mi alma como hasta ahora, porque tenemos alma, de eso puedes estar seguro.
-Ahora entiendo que siempre obre mal, yo que creía hacer el bien, hacía el mal, nunca vi, nunca me percate de la situación en la que me encontraba.
-Depende de la situación en que te encuentres. ¡Nunca lo olvides!
-¡Puedes hacer el bien o puedes hacer el mal!
-Todo es relativo, nada es absoluto.
-Y si no es así, cuestiónate lo siguiente:
-¿El amor..., para quien?
-¿La compasión..., para quien?
-¿Y la generosidad?
-¿No vale tanto..., como el egoísmo?
-Que miserable me siento, me olvide de vivir, me olvide de ser amable para mi mismo, me olvide de tenerme compasión, me olvide ser egoísta conmigo mismo, nunca me ame esa es la verdad.
-¿Sabes que es lo que mas duele?
-Es que creí hacerlo, creí amarme, estaba consciente en que si no me amaba a mi mismo, nunca podría amar a los demás, pero me equivoque, estaba pensando en función de los demás, pero no en función de mí mismo, en eso radico mi problema.
-Me aferre a mis emociones, a mis pensamientos, me aferre a la vida.
-Entiéndeme bien, el verdadero infierno lo llevamos dentro y sólo se manifiesta cuando te das cuenta de tus errores, cuando estos son irreversibles, en mi caso son irreversibles porque me encuentro a un pie de la tumba.
-La enfermedad es lo mismo que la miseria humana, puedes ser muy sano pero si hay sarna en tu alma, si no hay compasión, vas directito a la soledad, que es la peor enfermedad a la que te puedas enfrentar. Afortunadamente yo no padecí de ella, mi infierno no estuvo en una completa soledad, ya ves te tengo a ti, a mi familia, mis hijos, mis amigos.
-Te pido, que esto que hoy te digo, lo difundas, lo infundas entre los tuyos, entre mis hijos, si ese es el caso, entre los que ames. Yo ya no puede hacerlo y ese es mi infierno.
-Si de esto que me doy cuenta hoy, me hubiera dado cuenta antes las cosas hubieran sido diferentes, pero como el hubiera no existe, tampoco existe ahora mi salvación. ¡Paradojas del destino!
-¡Cada quien es dueño de su destino, nunca lo olvides!
-Cada quien lo construye a su manera, pero sólo la libertad, el libre albedrío, nos ayudan a mejorarlo.
-Por eso mi querido amigo, yo te pregunto:
-¿Tienes libertad?
-¿Eres dueño de tu libre albedrío?
-Que no te sorprendan estas preguntas, no las respondas a la ligera, analízalas, reflexiónalas, contéstatelas una y otra vez, tal vez ahí encuentres la clave a tus enigmas.
-¿Sabes que? Ahora siento una gran tranquilidad en mi alma.
-¿Será porque me he desahogado contigo?
-¡No lo sé!
-La serenidad te da paciencia, hace que reflexiones antes de actuar, antes de querer lo que quieres y como lo quieres, porque es posible que en verdad no desees lo que estas queriendo. Tranquilidad de espíritu, eso es lo que se necesita para ser grande, comprensión y reflexión en tus actos y en tus acciones.
-Que te acompañe en tu vida la virtud. ¿Cuál de ellas? La que sea mi hermano con tal de que te acompañe.
-¿Cuál es tu mayor defecto? La ira; que no te acompañe, déjala en el camino de la reflexión, y cuando se niegue a dejarte, trátala con paciencia, no montes en cólera aunque no se desprenda de ti. Déjala ser, no la maldigas, se paciente, mejor déjala salir con tranquilidad, con palabras amables y no altisonantes. No demuestres tus debilidades, tus fracasos, tus rencores, tus envidias y tus inseguridades, muestra mejor la amabilidad que hay en tu alma. Si sientes rencor se amable; si la ira te invade, se amable; si quieres despreciar y odiar, mejor se amable; que no te intimide, que no sea más fuerte que tu, destrúyela, destrúyela con amabilidad.
-Este mi querido amigo, puede ser un buen comienzo para ti, como lo hubiera sido para mi, sí alguien me lo hubiera dicho, y yo hubiera confiado en él.
-Mira déjame preguntarte algo, y tu me dirás si tengo razón:
-¿Cuál es el valor supremo?
-La vida -le conteste- aunque creo que algunos dirían que la libertad.
-¿No, pero para ti cual sería?
-La vida, sin lugar a dudas.
-Claro es que la vida, sin la vida no podrías tener libertad. Sin la vida no tendrías amor.
-Y si entonces es la vida el valor supremo, ¿Por qué entonces al ser humano le importa mas el amor que la vida?
-¿Porque el ser humano se deja morir por un desamor, se deja morir por dinero, se deja morir cuando muere un ser querido?
-Porque no negaras que mis hijos y mi esposa, están muriendo, al saber que yo voy a morir.
-¡Sabes que he descubierto, he constatado una verdad!
-La salvación eterna, no existe, al menos no en la tierra.
La salvación se encuentra en uno mismo, se encuentra en quien vive la vida, en quien la vive plenamente, como cuando eras niño, que nada te preocupaba, por eso renuncio a ser adulto, renuncio a morir, oye lo que te voy a decir, para ver sí tú vuelves a ser niño otra vez, yo ya no puedo:
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