sábado, 8 de septiembre de 2007

Reconocimiento.




Será inconciencia, despilfarro, la euforia del momento, desarraigo, quien sabe que sea, lo cierto es que en esos momentos, te vale.

¡Tráigame otra botella de champaña, que esa la pago yo!

Es curioso ver como hasta te peleas por pagar la cuenta. Y saliendo de aquí, vamos a otro lugar. ¡Yo invito! -vuelves a exclamar.

Te quieres poner a la altura de los mejores, buscas el reconocimiento social, la aceptación de tus amigos, y de los que no lo son también. Deseas que todos se den cuenta, aunque la gran mayoría ni siquiera te conoce. ¡Que importa ya lo bailado quién me lo quita!

Es bueno darse cuenta de esto, porque eso de la pagada es muy importante. Los que deben de pagarla, ni siquiera se preocupan, cuando hay que hacerlo, simplemente lo hacen, y ni quién se dé cuenta, no lo andan gritando, ni fanfarroneando, no les importa, para ellos es normal, es su estilo de vida. Van a esos lugares -y a otros- porque ahí se divierten, ahí hacen negocios, conocen a gente con la cual, después hacen negocios. Es una inversión, ya sea de placer o de dinero.

En fin, había que dormir porque mañana hay que levantarse temprano para ir a la playa a tomar el sol. Bueno eso es lo que piensan el común de los mortales. A Mauricio, por ejemplo, eso no le preocupa, él va a disfrutar, va a descansar, así que el se levanta cuando el cuerpo se lo pida, si son las doce del día, las dos o las cuatro de la tarde, es exactamente lo mismo. A la hora que abre los ojos, es como si fuera un gato, se retuerce, ser rasca, se estira, prende un cigarrillo, contempla la vida, mantiene siempre su sonrisa en la boca, deja salir un buenos días, preguntando, ¿ qué horas son?

Se levanta, va al baño, toma el teléfono, hace dos o tres llamadas, toma la carta, pide de desayunar, abre el servibar, toma lo que quiere, hasta botellitas de champaña deja regadas por la habitación. Después de tomar su desayuno, o comida si es el caso, se enfunda en su traje de baño, toma su bronceador, sus gafas de sol y vámonos para la playa.

Ya en la alberca o la playa, según se apetezca, pide su camastro y se recuesta, es hora de agarrar un bronceado bonito. A los meseros, les pide una o dos botellas de agua, una piña colada y algo para picar o un buen cóctel de camarones.

Ahora sí a disfrutar de la vida, aquí sí que la ves pasar sin que nada se te interponga. Dos que tres zambullidas en la alberca o el mar, mirar a las mujeres bonitas caminar por el lugar y esperar hasta que el sol deje de hacer su trabajo. Ahora sí, a la habitación a descansar un rato de tanto descansar.

-¿Qué se te antoja? me dice Mauricio. ¿Quieres ir a un Mall, una buena cenita?

-¡Si no!- El mismo se contesta, -vámonos de compras, me falto un buen cinturoncito y a ver si encuentro unos buenos zapatos que me gusten. Ya en el lugar, -me dice-. -Vente, ¿Ya probaste el martini de chocolate? Ven vamos a probar uno, está que te mueres.

Yo exclamé -¡Estás loco!-.-Cómo un martini de chocolate, los martinis no son de chocolate.

A veces es mejor quedarse callado, porque después de comprobar que sí existían, y que estos eran deliciosos, me sentí como idiota.

-¡Que maravilla, -le dije. -Nunca había probado algo semejante en mi vida.-No te lo tomes tan rápido, porque se suben cañón, me dijo al momento que pedía un poco de caviar y de salmón.

Mira lo que es saber vivir, uno se conforma con pedir unos chilaquiles con unos huevitos montados o unas enchiladitas. Pero bueno las dos cosas saben deliciosas.

La disipación, la euforia del momento hicieron que me pusiera melancólico.

¿Cuánto tiempo tuvo que pasar para que yo pudiera disfrutar de estos momentos tan diferentes?

¡Estaba viviendo una vida que no era mi vida! ¡Una vida prestada!

-Cuéntame -le dije a Mauricio- Cuéntame de tu niñez.

El se quedo por largo rato pensativo.

Mi pregunta lo había hecho entrar en trance.

-¿Qué quieres que te cuente? -Me respondió.

-Te puedo decir tantas cosas, cosas buenas, cosas malas, cosas sin importancia.

-¿Qué quieres que te diga?

-No lo sé -le respondí -cuéntame lo que tu quieras.

-Cuando era un niño -empezó a contar Mauricio- lo recuerdo perfectamente bien, me sentía protegido, vivía con mis padres y hermanos, todos nos queríamos; recuerdo risas, abrazos, amor, sobre todo mucho amor.

Recuerdo a mi padre decirme todo el tiempo que me amaba, inclusive en sueños lo veía; cuando me llevaba a la cama me lo decía, y siempre supe que aun estando dormido, él abría la puerta de mi cuarto para mirarme..., se quedaba parado o sentado a mi lado largo rato para verme y para decirme muy despacio, lo mucho que me amaba. El me decía siempre que yo podía hacer todo y, que era muy inteligente.

-Recuerdo el lugar donde vivía, sus calles, sus casas, los vecinos que me saludaban, los niños con los que jugaba. Ahora que lo pienso, puedo recordar inclusive, el aroma que había, los árboles, el jardín que con tanto esmero cuidaba mi madre. Tengo una madre buena, pero en ese tiempo era mas buena todavía.

-¿Será que lo mucho que he cambiado desde que era pequeño, hicieron que ella también cambiara?

-Desperté a la vida muy temprano, a los diez u once años ya fumaba mis primeros cigarrillos. ¡En el colegio puedes aprender de todo! ¡No nada más Geografía o Historia!

-La nueva vida que se me presentaba, me prometía muchas cosas, podía ser yo mismo sin que nadie me observara, sin que nadie me dijera qué es lo que tenía que hacer, únicamente tenía que seguir mis instintos y a mis sentimientos.

-Conocí desde entonces el placer de ser libre, de poder escaparme a vivir un mundo desconocido para mí.

-Empecé a hacer mis primeras grandes travesuras, robábamos, nos íbamos de pinta, aprendí a mentir, sobre todo a mis padres.

-En ese momento es cuando me empecé a degradar, pero ¿sabes qué? me gustó. Esa independencia hizo de mí a un muchacho rebelde, a un muchacho impetuoso que aprendió a aborrecer a su padre cuando éste lo reprendió y se dió cuenta que él no pudo. Por supuesto que me sentí superior a muchos, ahora era libre y podía hacer lo que yo quería.

-Fracasé en el colegio, no porque no fuera inteligente, claro que lo era, fue simplemente porque ya no me gustó; me gustó más la vida fácil, me gusto el placer, me gustó disfrutar de la vida.

-Llevar una vida así, es delicioso, pero no es fácil, es entrar en un mundo diferente y desconocido, un mundo donde tienes que romper con ciertas reglas, un mundo donde tú impones las reglas.

-Como vez, puedo contarte muchas cosas, pero me estás poniendo muy triste y eso me incomoda.

Yo presentí que no le gustó recordar su niñez porque seguramente añoró esos momentos.¿Quién no recuerda con ternura a su niñez, sobre todo el recordar los momentos felices, los momentos en que nos divertíamos, los momentos en donde no teníamos preocupaciones?

Yo sé que mucha gente no pasó una niñez feliz, me siento triste por ello, sobre todo si nos ponemos a pensar que esa puede ser la causa para tampoco poder ser feliz ahora. Lo importante es que lo sepamos, para poder superar esa etapa y esos traumas; quizás si Dios nos lo permite empezar o, al menos tratar de empezar a ser feliz.

-¿Tú sabes quién eres?

-¿Te has encontrado a tí mismo?

-¿Sabes a donde quieres llegar, cuales son tus metas?

Le pregunte a Mauricio, porque en realidad no sabia quien era él y, quería saber que me podía decir.

-Me dijo:-Como que quien soy yo, pues yo soy yo, que preguntas me haces.

-¡Sí me he encontrado a mi mismo! Pues, nunca me he perdido, en consecuencia nunca me he buscado y, si no me he buscado también en consecuencia no me he encontrado a mi mismo.

-Oye este jueguito de palabras me gusto -me respondió- voy a hacer la misma pregunta a mis amigos, a ver que me responden.

-¡Nunca me he perdido, en consecuencia nunca me he encontrado!-Que chistoso.

-Mauricio echo a reír a carcajadas.

-Que idiota eres -me dijo sin dejar de reír.

Cuando dejo de reír, con lagrimas en los ojos de tanta risa, me dijo:

-A ver tu ya te encontraste, yo creo que sí, pues si no, no estuvieras aquí.

Al terminar de decir eso, volvió a reír a carcajadas.

Ya cuando termino de reír, dijo:

-Yo creo que la curiosidad te hace descubrir muchas cosas. Cuando eres un niño o, un adolescente no conoces mucho y, es la curiosidad la que te hace buscar, así descubres, la pasión y el miedo, descubres el placer y el dolor.

-Mis padres nunca dejaron de considerarme un niño, aunque yo ya tuviera deseos sexuales. Nunca aceptaron que yo ya no era su pequeño; quizás por eso yo decidí dejarlos a ellos, decidí vivir mi propia vida.

-Pareciera que todo a sido muy fácil, pero no es así. Los pequeños gustos que me doy siempre me han costado, nada es gratis en esta vida, también yo tengo que ganarme el pan con el sudor de mi frente.

-Lo mas difícil de todo, yo pienso, es la soledad, vives rodeado de gente siempre, gente que le gusta divertirse, gente de todas las clases sociales, principalmente de personas acomodadas, vives en los antros, en los tugurios, en el bajo mundo, vives en la fantasía, en el mundo artístico, vives en el glamour.

-Vivimos rodeados de gente bien, vamos tu mismo has visto mucha de esta gente. ¿A ver a cuantos artistas de cine y televisión de fama internacional no hemos visto en los lugares a donde hemos ido?

-Yo mismo soy amigo de muchos, me he tomado muchas botellas de champaña con mujeres hermosas, con mujeres de la farándula, con mujeres que tú has visto y fantaseado con ellas sólo en la televisión. Yo, yo he estado con ellas.

-¿De qué me ha servido?

-Te dije que lo mas difícil era que te sientes sólo, al final de tu día o, de tu noche terminas estando sólo, la vida solo es oropel, sólo es ilusión.

-Mira déjame contarte la historia de Edna, que a mí en lo particular me ha servido de mucho, “caras vemos corazones no sabemos”:

Mi nombre es Edna tengo 28 años soy soltera me encanta bailar y conocer mucha gente, la verdad es que hoy festejo mi cumpleaños y pienso pasármela de lo lindo, quizá me acompañe mi galán (pero como realmente no me pela) supongo que igual que siempre el se sentara en la barra del antro a donde lleguemos y empezara a tomar como degenerado mientas mis amigos y yo nos reventamos rico en la pista bailando. Quizá me logre ligar a un niño lindo para así poder cambiar de modelo pues la verdad el que tengo ya no me late para nada.(misma Historia 10 años después)¿Me recuerdan? Soy Edna la chica que hace 10 años quiso festejar su cumpleaños numero 28 haciéndolo con un súper reventón y que por desgracia solo logro arruinar su vida. Y el motivo por el cual quiero compartir esto con ustedes es por que creo que mi experiencia los puede ayudar de mucho a poner los pies más firmes sobre la tierra. El día que llegamos al antro mi galán se quedo en la barra tomando con unos amigos y yo me fui a la pista a bailar (ligue a un cuerazo de niño) alto, musculoso, cabello castaño ojos verdes piel apiñonada y media 1:88, bailaba súper y todos los ritmos los conocía bien, mis amigos en su rollo cada uno y yo fascinada con mi nuevo galán, después de un rato me invito a ir a la barra y tomarnos un trago para refrescarnos (yo acepte encantada) platicamos y le dije que era mi cumple, el me dio un muy efusivo abraso y me planto un beso que me movió el tapete "GRUESO" Siguieron los besos y después llego un agasaje de película, estábamos en lapuerta de los baños cuando él me dijo ¿Qué onda? - ¿Quieres festejar tu cumple ahora solo conmigo? A lo que yo sin pensarlo respondí? CLARO QUE SI (ojalá no lo hubiera hecho)como comprenderán saliendo del antro y después de haber cortado gacho a mis amigos y dejar plantado a mi galán en la barra sin avisarle que me iba (mi nuevo amigo y yo salimos directo a un hotel, los dos ya estábamos más que prendidos y lo único que nos urgía era llegar a un lugar tranquilo para poder desfogarnos "A GUSTO" la verdad es que no recuerdo si en algún momento me dijo su nombre y al llegar al hotel nos despojamos de la ropa casi de un jalón, he inmediatamente después inicio la acción, (además se veía tan sano y saludable) que no podía pensar que tuviera ningún tipo de enfermedad. Así que esa noche (en verdad fue inolvidable) hubo sexo hasta hartarme, aprendí como 10 posiciones diferentes y lo mejor es que experimente mas de 5 orgasmos en solo 4 horas "lo pueden creer" y creo que el también lo paso de lujo pues la verdad me preocupe por recibir pero también de dar al parejo.Lo triste es que hoy solo cuento con un par de meses de vida pues esa noche especial solo me dejo una desgracia en mi vida "HOY TENGO SIDA" y lo único que puedo decir ahora es que si tan solo esa noche le hubiera dicho "NO",hoy mi vida no se vería afectada y podría seguir haciendo planes para festejar mis próximos 48, 58 y hasta 68 anos. Pero por desgracia mi realidad es que solo cuento con 38 años de edad y soy una mujer destrozada física y emocionalmente, mi cuerpo es un costal de huesos y mi cabello tan radiante ahora solo es un despojo de unos cuantos mechones resecos y sin vida, ya no logro levantarme de la cama ni siquiera para hacer mis propias necesidades y dependo todo el tiempo de un tanque de oxigeno, no logro tragar alimento sólido y me alimentan por sondas, mis amigos se fueron alejando poco a poco y mi familia casi no viene a verme "me rechazan" no cuento con pareja desde hace 8 años y jamás supe lo que era ser madre (pues nadie me acepta por temor de contagiarse)y ahora se bien que mis últimos días de vida los tendré que pasar atada a esta cama y encerrada en un hospital con el mal recuerdo de que fui capaz de arruinarme yo misma la vida. Ahora, sólo recuerda antes de tener relaciones sexuales, lo importante que es tu vida y si te sirve de algo recuerda que una persona sana y llena de vida igual que tu y llamada Edna, murió siendo joven y deseosa de vivir todo a causa del SIDA. Pero sobre todo por no saberse detenerse a tiempo y pedirle a un perfecto desconocido disfrutar del acto sexual los dos.

Vaya, este hombre piensa, nadie que no trate de empezar a encontrarse a sí mismo lo hace sin empezar a pensar, al menos se cuida, no sea que también a él le peguen alguna enfermedad, bien por él -me dije para mis adentros.

Mauricio continuó:

-A veces siento que debería hacer algo mas productivo, algo que sea importante, finalmente cuando tenga hijos, ellos podrán decir que su padre es alguien. Este pensamiento me asalta a menudo y me siento que estoy viviendo fuera de lo que me marcan los parámetros sociales, vivo fuera de las reglas que nos impone la sociedad. Me siento un bueno para nada, pero al fin y al cabo a quién le importa mi vida si no es a mí mismo, mañana mismo puedo morir y sabes qué, al menos moriré feliz, porque disfruté cada momento de mi vida, hice con ella lo que quise.

-A veces me pregunto si toda mi vida será siempre igual. ¿Algún día tendré que cambiar? ¿No lo crees?

-Me pregunto:

-Separarme de mis padres y de mi casa, fue muy fácil, no sé si regresar a ella pueda serlo también. Claro que yo sé que tengo que encontrarme a mí mismo, en algún momento de mi vida tengo que empezar a ser responsable, a veces lo he sentido, sobre todo un día que me enamore de una mujer. Sabes, ese día empecé a cambiar, la irresponsabilidad se me vino abajo, en esos momentos me sentía como una basura y, no quería que ella me considerara de esa forma, no era una muchacha de esas que uno acostumbra, ella era diferente, era responsable, quería llegar a ser doctora.

-Tuve miedo de mis sentimientos, tuve miedo que me arrastraran y mostraran todo lo insensible que puedo ser, tuve miedo de encontrarme, por eso nunca le hablé, al menos nunca en el sentido amoroso, nunca se lo demostré.

-No sé si hice mal o no, lo único que sé es que después de ella ha habido muchas más, muchas y mas hermosas que ella, mujeres hay muchas para qué quiero solo una.

-Lo único que aprendí es que mi meta no es el placer, aunque con mis actitudes aparente siempre buscarlo, no, mi meta no es eso, mi meta es la felicidad y, si mi felicidad es estar al lado de una mujer a la que ame o, sea el estar solo, pues allí estaré, estaré en el lugar en donde yo me sienta feliz. Como en estos momentos, que estoy contigo.

-O dime, ¿Acaso no te sientes feliz en estos momentos?

-Me preguntó en una forma inquisitiva.

Lo pensé un poco, pero muy a pesar mio, le tuve que responder que era cierto, sí me sentía muy feliz en esos momentos.

-La felicidad se me ha convertido en un hábito.

-¿Sabes cuanto tiempo tienes que hacer algo, para que se te convierta en habito?

-Me preguntó.-Yo diría que entre unos cuatro u ocho meses en forma contínua.

-Le respondí.-Creo que tienes razón -me dijo- unos ocho meses estarán bien. Después de ese tiempo ya no podrás dejarlo, es como un vicio, formará parte de tu interior, aunque tú no lo sepas.

-Un vicio es un vicio mi hermano. Si de eso soy culpable, pues ni modo, será muy difícil para mi dejarlo.

-Es más, siento que mi espíritu esta formado de varias personalidades, puedo ser siempre así, pero también puedo ser enteramente responsable, puedo ser padre, hermano, buen ciudadano, buen religioso, lo importante es saberlo y, saber experimentarlo; en mi paso por la vida, me he encontrado espíritus muy estrechos, muy singulares que se conforman con sólo seguir su rol, su rol de padre, de maestro, de profesionista, y si se salen de su camino se angustian.

-¡Hay que conocer el mundo! -exclamó Mauricio con vehemencia-.

-Al menos yo trato de hacerlo, pero no voy a angustiarme por conocerlo, ni tampoco me voy a sentir deprimido por no hacerlo, deja que las cosas fluyan, que sigan su rumbo, solamente tienes que atravesarte en su camino de vez en cuando, tienes que dejarte llevar, dejarte arrastrar por su torrente, debes de sentir la energía que te rodea, tanto la positiva como la negativa, aprende de las dos, úsalas en tu provecjo, respira, mi hermano, siéntete feliz.

Yo por ejemplo si estoy en la playa, trato de sentirla, sentir los rayos del sol bañándome el cuerpo, sentir cómo me queman, cómo se meten dentro de mí y me energetizan, le robo al astro sol un poco de energía, me relajo, soy feliz; otros, sin embargo, aunque también se encuentren tomando el sol, traen consigo sus problemas, no los dejan en casa, siempre los acompañan, no los dejan ser felices, no los dejan ser.

¡Qué forma de pensar!

Puede ser un buen camino para tratar de ser feliz, el disfrutar de nuestro ser, el disfrutar de nuestra libertad, el tratar de vivir como personas individuales y singulares, el dejarnos arrastrar por el placer, por el hedonismo, el tratar de volar, sin que nada nos detenga.

Pero para eso necesitamos no perdernos, no perder el rumbo, nuestro error podría ser el que siempre parecemos perdernos en la mera formalidad, desde la que nos imponemos interiormente, hasta la que nos es impuesta socialmente.

Olvidemos las formas y, entonces empezaremos a ser nosotros mismos, empezaremos a controlar el mundo desde nuestra muy singular individualidad.

-Con respecto a eso de si me he encontrado a mi mismo y de si tengo metas, déjame decirte algo: Creo que no tengo metas, todo lo tomo como viene, dejo que el destino o, la vida me guíen

¿Quién soy?

No lo sé.

Prefiero no saberlo, para no marcar mi destino.

-Yo creo que nadie sabe quién es; pueden seguir pautas o roles, funcionan de acuerdo a estereotipos, se dejan llevar por reglas, a veces matas a alguien y eres considerado un asesino, la multitud pide tu condena, inclusive sin juicio previo; otras veces matas y, eres considerado un héroe -nos libró del mal, acabó con ese que debía morir, nuestro pueblo te estará eternamente agradecido, etcétera-.

¡Quien hubiera matado a Hitler, hubiera sido no un héroe nacional, sino un prospecto a ser beatificado!

-¡Yo prefiero no encontrarme a mí mismo!

-Eso para mí sería un estorbo, sería como estar marcado; mejor déjenme seguir así, en la incertidumbre de mi identidad.

Para qué quiero saber quién soy, sí así soy feliz.

¿Quién soy?

Yo soy simplemente Mauricio Escalante, así a secas.

-¿Y tu mío amigo quién eres?

-Eres acaso un salvador, eres un hombre que debe ser bueno, que debe poner el ejemplo a tus hijos, como eres el mayor de tu familia, debes ser el ejemplo para tus hermanos, debes ser buen ciudadano y cumplir con todas tus obligaciones, debes dar limosna, debes luchar o conformarte, eres autómata o marioneta.

-¿Qué buscas?

-Buscas la salvación de tu alma, buscas la esperanza, buscas irte a los cielos, buscas reencarnar, buscas el bien o, buscas el mal.

-Verdad que no es tan fácil.

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